Una oportunidad para cumplir la Constitución

Con el segundo Estado de Alarma vigente y el Gobierno llamando a la población a quedarse en casa por Navidad, llegamos al final de este año 2020, que ratificará la leyenda funesta de los años bisiestos. El año de las mascarillas, los confinamientos, los no-besos, no-abrazos, no-apretones de manos.

2020 nos ha puesto a prueba y la estamos superando con el esfuerzo de todos, especialmente con el de los trabajadores y trabajadoras de los servicios esenciales. A pesar de soportar, en muchos casos, unas condiciones de precariedad indecentes, han respondido con responsabilidad y con generosidad, y lo mínimo que puede hacer nuestra sociedad es corresponder tomando medidas para revertir esa precariedad.

Eso es tan importante como auditar los servicios públicos hasta que conozcamos claramente cómo se han comportado, qué ha pasado, por ejemplo, en las residencias de mayores, y hacer lo que corresponda al respecto. Es lo mínimo, es lo justo, es lo que les debemos a tantas y tantas personas, conciudadanos, amigos, seres queridos que hemos perdido y que seguimos perdiendo.

El marco constitucional, la responsabilidad ciudadana y el diálogo social nos han permitido vadear por la mayor crisis de salud pública de los últimos cien años, y afrontar su derivada, una nueva crisis económica y del empleo.

Es justo señalar en este aniversario de la Constitución Española que ha dado respuesta a las necesidades que se han presentado. Es más, lo que ha resultado inútil fue la furtiva reforma realizada al socaire de la anterior crisis económica, la del artículo 135 para dar prioridad a la estabilidad presupuestaria. Fue la propia UE la que suspendió la cláusula general de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Todo lo contario de lo que se hizo en la anterior crisis.

La apuesta por el diálogo social también ha sido todo lo contrario de lo que se hizo entonces, y eso ha permitido levantar el escudo social que ha protegido empleos, empresas, rentas, y vidas. Por eso recordamos en este número de UNIÓN que, aunque el diálogo social no está expresamente en la Constitución, sí están los principios en los que se fundamenta, por lo que sería conveniente dotarlo de un marco institucional de estabilidad.

Las crisis de este 2020 han generado también una gran oportunidad, el mayor plan de inversiones en décadas puesto en marcha por la UE, y que permitirá a España afrontar reformas que transformen nuestra economía y generar empleo. Es también una oportunidad para dar cumplimiento a todos esos preceptos de la Constitución que seguimos sin cumplir (el derecho al empleo, a la vivienda, a pensiones dignas, etc…). El diálogo social será una herramienta determinante para la ejecución del Plan de Reconstrucción, y con ello, para cumplir la Constitución.

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