[vc_row][vc_column][vc_column_text dp_text_size=”size-3″]Este Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo, celebrado bajo el lema “Tiempo de ganar”, puso el foco en cuatro pilares básicos: la consecución de la Igualdad, de la mejora de la calidad del empleo y del aumento de los salarios y las pensiones.
Luchar por la Igualdad
Las brechas de género y las violencias machistas continúan golpeando a las mujeres, sin embargo, los presupuestos de 2018 sólo destinan un 0,39% más que en 2017 a la igualdad entre hombres y mujeres.
El “compromiso” del Gobierno por la igualdad sólo representa el 0,007% del total de las cuentas públicas para este año en las que, además, reduce de 200 a 80 millones la partida destinada a combatir la violencia de género.
La infravaloración de las tareas de cuidados o de los empleos más feminizados o la nula acción en materia de conciliación y corresponsabilidad muestran la escasa voluntad del Gobierno en la lucha por la Igualdad.
Mejorar la calidad del empleo
Gracias a la reforma laboral, el empleo crece a costa de una mayor precariedad asentando un mercado de trabajo caracterizado por desarrollar actividades poco productivas, una elevada temporalidad, altos niveles de rotación laboral, contratación a tiempo parcial y con alto nivel de desempleo y poca protección social.
La economía española, al igual que los beneficios empresariales, llevan varios años creciendo, sin embargo, a pesar de la recuperación económica siguen aumentando la precariedad, la desigualdad laboral y la pobreza.
En ese sentido, es necesario apostar por un nuevo modelo productivo generador de empleo de calidad y sostenible y repartir la riqueza de manera justa y progresiva.
Aumentar los salarios y las pensiones
Crece la economía, aumentan los beneficios empresariales, pero los salarios y las pensiones, que sufrieron devaluaciones durante la crisis y gracias a la reforma laboral, se han quedado atrás.
En esta nueva etapa de recuperación es de justicia mejorar los salarios y para ello, es necesario que la negociación colectiva refleje una mejora sustancial de los salarios, en especial, de los más bajos. En este sentido es fundamental establecer un salario mínimo garantizado de mil euros al mes en todos los convenios.
Lo mismo ocurre con las pensiones. Es prioritario asegurar el poder adquisitivo de las pensiones derogando todas las medidas de recorte impuestas por el Gobierno –como el índice de revalorización y el factor de sostenibilidad- y recuperar la previsión de inflación como referente.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
