Los datos de noviembre de 2020 prolongan un mes más la serie de tasas negativas encadenadas durante todo el ejercicio económico y los leves atisbos de mejoría de los últimos meses ni tan siquiera sirven para maquillar unas tasas de variación que nos colocan en el vagón de cola de la industria estatal. De esta forma, en un mes en el que hasta 7 comunidades autónomas presentan tasas interanuales del Índice de Producción Industrial positivas, el retroceso experimentado por Andalucía (-6,4%) es 4,4 puntos superior al descenso medio registrado para el conjunto del Estado (-2,0%).
Además, según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Producción Industrial de Andalucía (92,3), ha pasado a situarse casi 14 puntos por debajo del valor medio del Estado (106,2) y todavía más lejos de las regiones con los indicadores más elevados: la Región de Murcia (116,7), la Comunidad Foral de Navarra (115,2) y Cantabria (114,6).
Aún así, si comparamos la tasa de variación interanual andaluza (-6,4%) en este undécimo mes del año, en lo que a producción industrial se refiere, podemos observar como la distancia con respecto a la media estatal (-2,0%), se ha visto reducida en 3,3 puntos. Desgraciadamente, continuamos con tasas más negativas por lo que continuamos padeciendo la histórica desventaja que el sector industrial andaluz tiene en el seno del estatal.
El escaso nivel de desarrollo del sector industrial andaluz provoca que los efectos de los años de crisis sean mucho más negativos en nuestra economía que en las de las regiones más industrializadas
Además, en términos generales, solo 4 CCAA han registrado interanuales más negativas que las de Andalucía. Entre ellas, destacan muy especialmente los valores registrados en las Illes Balears (-15,8%), seguida de la Comunidad Foral de Navarra (-9,8%) y el País Vasco (-9,0%). En sentido opuesto, hasta 7 regiones han visto incrementada su producción industrial con respecto a la lograda en noviembre del pasado año, siendo, los porcentajes más positivos, los logrados por: Extremadura (26,4%) y, en menor medida, los de la Región de Murcia (4,6%) y la Comunitat Valenciana (4,5%).
El escaso nivel de desarrollo de nuestro sector industrial, en lo que a aportación al PIB regional andaluz se refiere, provoca que los efectos de los años de crisis sean mucho más negativos en nuestra economía que en las de las regiones más industrializadas. La debilidad de nuestro sector secundario vuelve a quedar de manifiesto al comprobar cómo, a solo un mes de finalizar el año, nuestra producción industrial ha retrocedido más de 12 puntos, un 12,6%, afianzándonos entre las regiones con retrocesos de la industria más pronunciados y, por tanto, superiores a los de la media estatal (-10,1%).
La magnitud de la afectación de la crisis generada por la Covid-19 sobre la industria andaluza la podríamos tasar al analizar cómo, durante los once primeros meses de 2019, la industria andaluza veía incrementada su producción a un ritmo del 1,8%, es decir una tasa 14,4 puntos superior a la obtenida entre enero y noviembre de este año. En este mismo sentido, si lo comparamos con lo acontecido a estas alturas de 2018, año que también fue negativo y que registró un descenso de nuestra producción industrial del 2,9%, el desplome de este año resulta ser más de 9,7 puntos mayor que el del mismo periodo de hace dos años.
Lo acontecido en 2020 por la crisis sanitaria no puede servir para justificar los malos datos de la industria andaluza, y menos aún para propiciar que el Gobierno de la Junta de Andalucía siga desatendiendo su responsabilidad para con este sector
Si ampliamos un poco más el periodo temporal de comparativa, observaríamos que el descenso de 12,6 puntos a estas alturas del año, conocido hoy, solo ha sido superado una vez en los últimos 18 años, en 2009, cuando la producción industrial realizada entre los meses de enero y noviembre resultó ser 14,7 puntos inferior a la del año anterior.
Desde UGT Andalucía estamos obligados a denunciar lo negativo de los datos conocidos hoy. Lo acontecido en 2020 con la crisis sanitaria y la posterior crisis económica padecida por la mayor parte de la economía mundial no puede servir para justificar los malos datos de nuestra industria y, menos aún, para propiciar que el Gobierno de la Junta de Andalucía siga mirando para otro lado y desatendiendo su responsabilidad para con la industria andaluza.
Erradicar la precariedad laboral imperante en nuestro mercado laboral, empezar a poner fin a las desigualdades sociales y acabar con el empobrecimiento masivo de la clase trabajadora andaluza pasa, ineludiblemente, por propiciar un mayor y más importante desarrollo del sector que en mayor proporción aporta calidad al mercado laboral, la industria. Por todo ello, nuestro sindicato exige un Plan Extraordinario capaz de reflotar la industria andaluza y de acabar con el proceso de desmantelamiento que venimos padeciendo en los últimos meses.