Incrementos salariales: Una cuestión de justicia, una cuestión justificada

En estos momentos de cambio político, UGT mantiene su hoja de ruta y la petición de incremento salariales para 2018-2020 es una cuestión de justicia, unida a la equidad, al reparto de la riqueza. En definitiva, unida a una concepción moral de la sociedad. Una cuestión claramente subjetiva, más propia de la metafísica.

Pero esta petición no sólo es justa, sino que también está justificada, está sustentada sobre datos objetivos. En base a ambas razones, cada vez hay más voces se unen a la de UGT para reclamar incrementos salariales. Y no me refiero solo a voces desde la izquierda del progresismo. El Banco Central Europeo (BCE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también se han pronunciado con claridad en ese sentido.

Los datos de incremento de la pobreza en España, de aumento de la desigualdad, de devaluación salarial, de reducción de costes laborales, de caída del poder adquisitivo de las rentas del trabajo, de insuficiencia de las cotizaciones sociales, no dejan lugar a dudas de que la petición de aumento de los salarios que hacemos UGT y CCOO está sobradamente justificada.

Más aún en un contexto de aumento sostenido de la economía a ritmos del 3% del PIB, de subida de la inflación, de crecimiento de los beneficios empresariales, de incremento en el reparto de los dividendos, de aumento de las retribuciones de los altos directivos de las empresas, y en el que millones de trabajadores aún tienen sus convenios sin firmar y han sufrido el peso de la crisis durante todos estos años.

Pero si además pensamos en el conjunto de la economía, en el bien de todos, el futuro del país, el crecimiento de los salarios también está justificado porque serviría para aumentar el consumo que, a su vez, serviría de motor de la economía, de la creación de empleo y ayudaría a apuntalar el crecimiento económico. Y sería beneficioso también para el futuro y presente de las pensiones, porque incrementaría las cotizaciones sociales y apuntalaría la financiación del sistema.

Que suban los salarios en 2018 es una cuestión de justicia y es una cuestión justificada. Especialmente, la subida de los salarios más bajos, por ello UGT pide salarios mínimos de 1000 en convenio y por eso las acciones de protesta del 22 de mayo así como las que vendrán el próximo 16 de junio en toda España no sólo son justas sino que están justificadas.

Secretario General de UGT

Pepe Álvarez

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