Cinco personas fallecen cada tres días en accidentes de trabajo. En España el trabajo se cobra más vidas que la criminalidad ordinaria. En 2015 se produjeron 303 homicidios en nuestro país, y 608 trabajadores fallecieron en accidentes de laborales, una cifra que subió hasta los 618 en 2017.
Nuestro modelo de sociedad está basado en el trabajo como medio por el que las personas se “ganan la vida” -según la expresión tradicional- y contribuyen a la sociedad a la que pertenecen. Ganarse la vida nunca debería suponer el riesgo de perderla.
La desregulación de las condiciones laborales, como la provocada con la reforma laboral del 2012, es uno de los principales enemigos de la seguridad y salud en el trabajo. Los contratos duran menos tiempo del necesario para capacitarse y formarse en la seguridad requieren muchos empleos. La necesidad de salir del paro lleva a muchos trabajadores y trabajadoras a aceptar condiciones laborales que perjudican su salud y que disminuyen (por dolores, fatiga, estrés, etc…) las capacidades y la concentración.
Hace casi medio siglo que los impulsores de la liberalización de la actividad económica acusaban a las organizaciones sindicales de todo el mundo de ser anticuadas, de impedir el desarrollo económico negándose a aceptar cambios, de ser rémoras para el crecimiento. Y hoy comprobamos en carne propia que ese discurso era falso, porque las generaciones actuales tienen peores empleos, peores expectativas vitales (independencia, vivienda, protección social…).
En materia de seguridad y salud en el trabajo se percibe de forma clara. Las empresas dónde hay trabajadores y trabajadoras organizados sindicalmente, con capacidad para exigir medidas de seguridad, para vigilar las condiciones de trabajo de la plantilla y denunciar los riesgos, son empresas más seguras.
Trabajar seguros y seguras es la reivindicación con la que este 28 de abril, Día Internacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, volvemos a exigir protección en el trabajo, seguridad en las empresas, actuar para que a nadie le cueste la vida, o la salud, salir cada mañana a ganarse la vida. Hay que convertir cada día del año en 28 de abril.