UGT Revista Unión En profundidad

16J: Si no hay acuerdo, habrá conflicto

La patronal bloquea el acuerdo de negociación colectiva e impide que la recuperación llegue a los trabajadores

Tras varias reuniones de negociación para intentar alcanzar un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), sindicatos y patronal siguen manteniendo posturas muy alejadas; no solo en relación al incremento salarial, la jornada laboral y el empleo, cuestiones esenciales para llegar a un consenso, sino también sobre la propia esencia y funciones que debe cumplir un acuerdo de estas características en la actual fase de expansión económica.

Las organizaciones empresariales no están entendiendo que ya no estamos en una situación de profunda crisis, como la que vivimos de 2008 a 2013, y que el gran esfuerzo realizado por los trabajadores y trabajadoras durante estos años debe revertirse.

Sobre todo ahora, cuando la economía crece con fuerza desde hace cuatro años, se crea empleo (aunque de baja calidad) y las empresas no solo están recuperadas del impacto de la pasada crisis económica y financiera, sino que se encuentran en una situación que supera con creces el mejor momento de la etapa de crecimiento anterior: ganan 37.000 millones más que en 2008, reparten 15.600 millones más de dividendos entre sus accionistas, y han reducido su nivel de endeudamiento hasta situarlo por debajo del de la Eurozona.

Las empresas ganan 37.000 millones más que en 2008

En el otro lado, se sitúa la remuneración de los asalariados, 10.000 millones inferior a la de 2008 gracias a la destrucción de empleo y la devaluación salarial sufrida en los años de la crisis que no hizo más que empeorar con la aplicación de las reformas laborales.

El poder de compra de los salarios se ha recortado un 7,5% de media, y más aún en los salarios más bajos donde la caída llegó hasta el 15%. Esto ha provocado que aumente hasta el 13,1% el porcentaje de trabajadores y trabajadoras pobres, siendo el tercero más elevado de toda la Unión Europea.

La remuneración de los asalariados, 10.000 millones inferior a la de 2008

Las durísimas reformas laborales han generado una distribución absolutamente injusta de las cargas de la crisis, que han recaído fundamentalmente sobre la espalda de los trabajadores y que, a pesar de la etapa de recuperación y crecimiento, continúan operando y dando lugar a un reparto desequilibrado del crecimiento y la prosperidad de las empresas.

Mejor regulación y un reparto más justo

Toda esa erosión de derechos laborales, que ha contribuido a elevar la precariedad laboral hasta niveles extremos, no puede continuar. Ni es posible, ni eficiente, ni justo. Por eso, UGT y CCOO están proponiendo en la mesa de negociación un Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva acorde con la nueva etapa de bonanza, que enmiende los desequilibrios generados a lo largo de la crisis en todas las materias que aborda el acuerdo.

El Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva debe enmendar los desequilibrios generados en la crisis

Los sindicatos proponen que los salarios crezcan al ritmo de la productividad nominal de cada sector y empresa, con un suelo del 3,1%, que resulta de la suma de la previsión inicial de inflación para 2018, más 1,5 puntos adicionales para recuperar el poder adquisitivo y la participación en la productividad pérdidas durante la crisis.

Ese incremento debe protegerse con la inclusión de una cláusula de revisión salarial que asegure el poder de compra pactado, algo que ha existido en todos los AENC firmados hasta el momento, incluso durante la etapa de crisis.

Además, para los sindicatos es fundamental que los salarios más bajos, los que más se han devaluado durante la pasada crisis, crezcan con mayor intensidad y, en este sentido, lograr el establecimiento de un salario mínimo garantizado de 1.000 euros al mes en todos los convenios colectivos.

Los salarios deben participar del crecimiento económico y recuperar poder adquisitivo

Es necesario recuperar un modelo de determinación salarial razonable, con referencias coherentes, que se adapte a cada sector y empresa, y que permita que las trabajadoras y los trabajadores participen de la actual etapa de bonanza. Para ello, hay que pactar fórmulas para priorizar el uso del empleo estable en las empresas, racionalizar las jornadas de trabajo, frenar la siniestralidad laboral y luchar contra la desigualdad y la discriminación por género en el puesto de trabajo. Todos esos deben ser objetivos compartidos entre empresarios y sindicatos.

CEOE y CEPYME quieren mayor desregulación y más devaluación salarial

Las organizaciones empresariales proponen, por su parte, un esquema de incrementos salariales confuso y que no garantiza si quiera que los salarios no pierdan poder de compra.

La patronal plantea un incremento salarial (que denominan “fijo”, aunque no lo es) “hasta el 2%” (o lo que es lo mismo, del 0% al 2%), que podría ser algo mayor solo para los salarios más bajos (los que ganan menos de 14.000 euros) y un incremento “variable” que estaría ligado a resultados en cuestiones a determinar en los diferentes ámbitos (aumento de la productividad, empleo, reducción del absentismo, etc.).

La patronal propone un esquema que no garantiza el poder adquisitivo de los salarios

El mensaje está claro: los salarios deben limitarse, como mucho, a un aumento del 2%. Y en la mayoría de los casos serían inferiores, dado el actual desequilibrio de fuerzas de la negociación colectiva.

Además, se oponen a la inclusión de cláusulas de revisión en los convenios (que, insistimos, han existido en todos los AENC anteriores), y quieren profundizar en medidas de flexibilidad cuyo único objetivo es precarizar, aún más, las condiciones de trabajo y desregular la jornada.

Si no hay acuerdo, habrá movilizaciones y conflicto en las empresas

Los planteamientos de la patronal son inadmisibles para los sindicatos y muestran su absoluta falta de voluntad para llegar a un acuerdo que traslade a los convenios colectivos la recuperación y el crecimiento que ya están teniendo las empresas.

El 16 de junio habrá nuevas movilizaciones contra el inmovilismo de la patronal

El inmovilismo de las organizaciones empresariales, que mantienen la misma actitud y no cambian sus posiciones, han dado lugar a un proceso de movilización creciente y sostenida en los centros de trabajo, y a la jornada de lucha por la negociación colectiva que tuvo lugar el 22 de mayo, para lograr que la riqueza que creamos los trabajadores y las trabajadoras revierta de manera justa sobre ellos y sus familias.

Es necesario recurrir al conflicto para avanzar en la recuperación de los derechos de las trabajadoras y los trabajadores. Por lo tanto, UGT, en unidad de acción con CCOO, desarrollará un ciclo de movilizaciones crecientes, que continuarán el sábado 16 de junio, y cuya programación e intensidad estará en función del avance de nuestras reivindicaciones.

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