El sector de la automoción en España supone el 8,5 % del Producto Interior Bruto (PIB), aunque, si se suman las actividades de comercialización, posventa, servicios financieros o seguros, esta cifra se eleva a un 10 %.
La industria de la automoción factura más de 95.000 millones de euros al año (sumando los fabricantes de automoción y de componentes), produce cerca de tres millones de vehículos – en España se matriculan cada año más de un millón de vehículos – y exporta el 84% de lo que produce.
Contribuye a la Hacienda Pública con más de 26.000 millones de euros pero además es uno de los nichos de empleo más estables y con mayor crecimiento. Una industria que sigue generando trabajo cualificado y estable, que supone el 9% del total de la población activa en España y en la que el 83% de sus empleados tiene un contrato indefinido.
Gracias, en gran medida, a la negociación colectiva y el diálogo entre empresarios y sindicatos, el sector de la automoción ha sabido sortear la crisis en sus peores momentos y afianzarse en la recuperación. Por todo ello, para UGT considera que el anuncio del Gobierno de prohibir la matriculación y venta de coches de combustión en 2040, en el marco de la Ley de Cambio Climático que prepara el Ejecutivo, pone en entredicho el futuro del automóvil.
El sindicato considera que el anuncio, aunque se trate sólo de un borrador, genera una situación de alarma para los dos millones de trabajadores que dependen de este sector y para los fabricantes de coches que están en nuestro país, donde, por cierto, no tenemos una multinacional española.
La Unión General de Trabajadores cree que el Gobierno debería actuar con más responsabilidad y no hacer anuncios precipitados antes de abrir una mesa de dialogo social sobre esta materia en la que todos los interlocutores sociales puedan hacer aportaciones y establecer verdaderas soluciones.
España no es Alemania. Nuestro sector industrial es potente pero tenemos poca tecnología propia, aquí apenas existen centros de diseño, investigación, desarrollo e innovación y los centros de decisión de estas empresas están fuera porque la inmensa mayoría son multinacionales extranjeras, de manera que debemos coordinarnos con Europa para conseguir tener el mismo peso que tenemos ahora en la automoción tras la reconversión.
Diálogo Social
Es necesario asegurar un equilibrio razonable entre la consecución de los objetivos medioambientales, con los que UGT está absolutamente comprometida, y el mantenimiento de la competitividad de la industria de automoción española, sobre la base de una transición ordenada y no forzada que minimice los posibles efectos adversos en el empleo.
Esta transición tiene que ser negociada con empresarios y sindicatos y dirigida y apoyada mediante un plan estratégico consensuado. Una transición precipitada e impuesta supondrá un grave perjuicio para el empleo y la industria instalada en España, pudiendo obligar a las empresas a adoptar decisiones de deslocalización de sus fábricas. De las decisiones y políticas que se adopten ahora dependerá la futura sostenibilidad de la industria del automóvil en España