El conflicto se intensificará si el nuevo Gobierno no incluye la política postal en sus prioridades
Más de 30.000 trabajadores y trabajadoras de Correos salieron a las calles en todo el país el pasado 7 de junio en una movilización sin precedentes para expresar, de manera contundente, su negativa a dar continuidad a una política postal que está mermando la empresa pública y llevando al servicio postal público a la mínima expresión.
UGT, CCOO, CSIF y el Sindicato Libre, con el 85% de la representación de Correos, cifraron los paros y concentraciones realizados en todas las provincias en un 80% a nivel estatal. Un éxito rotundo que evidencia el claro descontento de los trabajadores y trabajadoras y el rechazo tajante de la plantilla a los constantes recortes en financiación, empleo y derechos.
Las organizaciones sindicales señalaron que éste es el punto de inicio de un período de movilización que se va a prolongar a la espera de que el nuevo Gobierno revierta la política heredada y coloque a Correos en su agenda política de prioridades y avisaron de que el conflicto, que continúo a lo largo del mes de junio con concentraciones autonómicas, se intensificará con tres huelgas generales a finales de año.
Más de 30.000 trabajadores y trabajadoras de Correos salieron a las calles en todo el país para expresar,su negativa a dar continuidad a una política postal que está mermando la empresa pública y llevando al servicio postal público a la mínima expresión
Los trabajadores y trabajadoras denuncian que se está produciendo un desmantelamiento de Correos con unos recortes presupuestarios sin precedentes -180 millones de euros en 2017 y 2018-, un déficit histórico -225 millones euros-, y la congelación del Convenio Colectivo desde hace más de cuatro años.
Al mismo tiempo, exigen que se ponga en marcha un plan de modernización y expansión para poner fin a la situación actual que está dejando en bandeja el mercado postal español a los operadores postales extranjeros, que sí cuentan con el respaldo de sus gobiernos, y está impidiendo la adaptación al nuevo mercado en auge de la paquetería y el comercio electrónico.
También han pedido que se repongan los 15.000 empleos fijos perdidos en la última década (el 26% de la plantilla total), unos empleos que no se sustituyen o se cubren con contratos a tiempo parcial.
También han pedido que se repongan los 15.000 empleos fijos perdidos en la última década
Esta reducción de plantilla está provocando la pérdida de calidad en el servicio por exceso de rotación en los puestos, con personal temporal (35% de la plantilla existente) o con minijobs (22% de la plantilla actual) causando sobrecargas, saturación, bajas por enfermedad y, en definitiva, una desmejora clara en las condiciones laborales. Todo ello con un Convenio congelado desde hace cuatro años y sin regulación general que actualice ni salario, ni empleo, ni derechos de todos los trabajadores y trabajadoras de Correos.
Por todo ello, las organizaciones sindicales han señalado que éste es el punto de inicio de un período de movilización que se va a prolongar e intensificar si el nuevo Gobierno no revierte la política heredada del PP y coloca a Correos en su agenda.
